La Heredad
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La Heredad
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La Heredad
La Heredad
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La Heredad
Venta video & audio

La Heredad

1.200.000
Una masía dedicada al oleo-turismo

La Heredad 1.200.000

Una masía dedicada al oleo-turismo
30,67 Ha.
484 m2
5
5
Buen estado (trabajos cosmeticos) Buen estado (trabajos cosmeticos)
3000356 3000356
Enguera Enguera
Valencia , Enguera
Lo que nos ha gustado:
  • su privacidad
  • mucha agua disponible
  • un aceite ecológico y premiado
  • una buena capacidad en alojamiento turístico
  • tranquilidad y vistas panorámicas
  • listo para su uso inmediato
  • autosuficiencia

La Heredad 1.200.000

Una masía dedicada al oleo-turismo
30,67 Ha.
484 m2
5
5
  • Aeropuerto a 60 min
  • Autopista a 15 min
  • Centro de la ciudad a 15 min
  • Tiendas a 15 min
  • Escuela secundaria a 15 min
  • Doctor a 15 min
  • Mar a 60 min
  • Playa a 60 min
  • Supermercado a 15 min
  • Chimenea
  • Internet
  • Barbacoa
  • Iluminación exterior
  • Vigilante
  • Piscina
Presentación

La Heredad es una típica Masía de la región, completamente reformada, bajo licencia turística y situada en la provincia de Valencia, a una hora equidistante de los aeropuertos de Alicante y Valencia. El acceso se hace primero por autopista, luego por una pequeña carretera provincial que le lleva a la entrada de una pista forestal (una distancia de 2 km). En la curva de este camino, se descubre la entrada privada de la finca y le revelará gradualmente un valle de unas treinta hectáreas en propiedad. Hay que subrayar el lado privativo: por tanto, desde la Heredad, todo lo que está a la vista es de la propiedad. Intimidad total.

La Masía consta de varias partes y se desarrolla sobre dos niveles. Un patio interior separa un loft privado de la parte utilizada para su explotación turística. El loft ofrece una gran sala de estar convertida en oficina, comedor y pequeña sala de estar, un cuarto de ducha separado, una escalera que conduce a un entresuelo con su dormitorio y, a la izquierda, una gran cocina con horno de pan. Entrando en el patio interior, de frente, una terraza cubierta totalmente acristalada se hace cargo de la prensa y las máquinas herramientas para la producción de aceite de oliva. A la derecha de este patio, otro edificio reagrupa el resto de la finca con 4 dormitorios, 4 baños y otro de cortesia en zonas comunes, una salita para fumadores con chimenea, una pequeña sala de lectura, una hermosa cocina con una isla central que da a un comedor muy espacioso y muy acristalado para disfrutar de la vista del olivar en producción. Un almacén separado protege las herramientas de trabajo y una casita separada proporciona alojamiento para una pareja de operarios.

En el lado opuesto, un gran solarium en forma de promontorio con vistas al olivar ofrece una zona de relax ideal para clases de yoga o simplemente para contemplar este maravilloso valle.

El olivar está plantado con 11.000 olivos, incluyendo 2 especies diferentes, 10.000 olivos arbequinos y 1.000 olivos koroneiki. La Heredad se vende con todo el equipamiento necesario para la producción de aceite de oliva. Un aceite 100% ecológico, a pequeña escala y en plan totalmente artesanal, premiado en varias ocasiones a nivel nacional e internacional. La marca de la Heredad se transfiere al nuevo propietario.

El título de propiedad también confiere un derecho sobre el agua del manantial. Por lo tanto, para asegurar la continuidad y la sostenibilidad de la producción de aceitunas de esta propiedad, el actual propietario ha construido un sistema autónomo de recogida y conducción de agua a una enorme balsa con una capacidad de 12.000.000 de litros, situada en la parte superior del valle.

No hace falta decir que la Heredad es completamente autosuficiente.

La Heredad es una propiedad ideal para aquellos que buscan un cierto grado de aislamiento, una interacción inmediata con la naturaleza, una actividad rentable en el agroturismo (más específicamente en el oleoturismo) con licencia completa (tanto en términos de producción agrícola como de actividad turística), una gran finca ya renovada y autosuficiente!

Licencia de la CAECV (producción ecológica certificada)
Licencia comercial
Licencia ambiental
Licencia de establecimiento turístico (clasificación de Casa rural compartida)

La Heredad 1.200.000

Enguera
  • Consumo de energía no disponible
  • Estimación de emisiones no disponible
  • IBI no disponible
  • Impuesto de vivienda no disponible
  • no disponible
  • Publicado desde 04/06/2020
Enguera

La villa de Enguera, poblada por 5.083 habitantes, se encuentra situada en el suroeste de la Provincia de Valencia, a 318 metros de altitud. Enclavada en las estribaciones de la sierra a la que da nombre con un extenso término municipal de 240,25 km2.

Su territorio se integra en la comarca La Canal de Navarrés, geográficamente en el Macizo del Caroche, formando una zona de transición montañosa entre los sistemas Ibérico y Penibético.

Es una de las zonas más atractivas de la Comunidad Valenciana. Acércate, conoce sus gentes y sus costumbres. En Enguera, todo, naturaleza, historia, cultura y tradición se han construido sobre lo abrupto de la sierra, la fértil planicie de su valle, sus pulcros caseríos y su blanca villa.


Primeros vestigios arqueológicos: La prehistoria y la Cultura Ibérica.

La existencia de vestigios arqueológicos y, sobre todo, la aparición de unos sílex atípicos en el Llano de Jesús son los elementos indicadores de la más antigua ocupación del término de Enguera por grupos humanos desde el Mesolítico (8000-5000 a.C.).

Del Eneolítico final, o quizás de los inicios de la Edad del Bronce (1600 a.C.) son los objetos y restos humanos hallados en la Cueva de la Carrasquilla y en yacimientos como el Castillarejo y la Peña del Tossal.

En época ibérica, en Cerro Lucena, se construyó un oppidum que fue habitado entre los siglos IV-III a.C. Su excavación proporcionó una información valiosísima para el conocimiento de esta cultura. Parte de los objetos procedente de su excavación se pueden contemplar en el Museo Arqueológico Municipal de Enguera.

            
La romanización

A partir de la época del emperador Augusto (siglo I a.C.), la romana, la población se fue dispersando por las tierras más llanas del municipio, tal y como ponen de manifiesto los restos de villas romanas hallados en Faracuat y en el Alto de Vistabella.
La invasión islámica

Durante el período de dominación islámica, la villa tuvo un momento de efímero esplendor en el siglo XII d.C., en  que en virtud de una de las divisiones administrativas producida en los reinos de Taifas fue convertida en cabeza de un Iqlim, ya que el castillo de Enguera ocupaba una posición clave dentro del dispositivo estratégico-militar de la zona. Además, se debe de hacer hincapié en señalar, la permanencia de importantes vestigios de este período, tanto arqueológicos (el castillo de época almorávide) como topónimos que han quedado reflejados en algunas partidas y caseríos de término municipal (Albalat, Benamil, Benacancil, Benali, Benamil, etc).

El paso de la dominación islámica a la cristiana se realizó por el Tratado de Almizra (26 de marzo de 1244), que conllevó la incorporación de la villa a la Corona de Aragón cuyo rey, Jaime I, la cedió a la Orden Militar de Santiago de Uclés, que pese a tener su sede en Castilla, repobló Enguera inicialmente con aragoneses y expulsó a los musulmanes que no quisieron avasallarse.

La orden de Santiago

Durante tres siglos y medio, la orden de Santiago mantuvo el señorío sobre la villa hasta que Felipe II en 1569, acosado por las deudas que le causaban las guerras en Europa, obtuvo del Papa Pío V la autorización para venderla con todos sus vasallos, lo que se materializó el 17 de Diciembre de 1575 al ser comprada por Bernabé de Borja, miembro de la familia más importante del Renacimiento valenciano.

El acontecimiento más relevante del siglo XVIII fue el terremoto de 1748, que en lugar de ser un elemento paralizante de la vida del municipio, posibilitó, tras conseguir una importante ayuda financiera del rey Fernando VI para paliar los daños, iniciar un importante despegue económico fundamentado en las industrias manufactureras de lana, que se mantuvieron como la principal fuente de riqueza durante el siglo XIX y la mayor parte del XX.

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